En una época pasada, cuentan las omnipresentes lenguas la batalla que cambió el curso de la historia de unos valientes anticuerpos que batallaron contra el colosal imperio COVID-19.
Una pequeña aldea situada a escasos pasos de la ciudad de Sano, cerca del mar Mediterraneus, contaba con la presencia de los más preparados y fornidos guerreros de la civilización Funziona. Estos trabajaban duramente en los quehaceres y el mantenimiento del organismo vivo. Si, estamos hablando de los anticuerpos, mejor dicho, el sistema de defensa integrado en una persona para hacer frente a cualquier amenaza.
Los días pasan, como en cualquier vida mortal. En uno de estos, recibieron el mensaje de un extraño virus enviado por el que más adelante se convertirá en uno de sus peores enemigos. En este, se pedía la rendición de su aldea y el sometimiento de la misma. Nuestros valerosos guerreros no aceptaron la proposición y de una patada que, acompañada de un grito, estremeció a nuestro extraño visitante los acabaron devolviendo a su origen. Mas esto no traería buenos presagios futuros. La batalla debía de comenzar, la guerra había venido para quedarse.
Así mismo, los mejores anticuerpos prepararon sus armas y se dirigieron por el angustioso paso de la tráquea a contrarrestar la avanzada del colosal imperio COVID-19. Resistieron las continuas acometidas, y consiguieron demostrar que un pequeño grupo de valerosos combatientes pueden hacer frente a una amenaza mayor.
Ese día la batalla se perdió, pero no era el final, a los órganos ciudades de alrededor de Funziona llegó la triste noticia. Estos unidos contra un mismo enemigo, alzaron a sus mejores anticuerpos para dirigirlos a la victoria. Lanzando un grito de guerra, combatieron hasta el desaliento y ganaron al enemigo.
Autor: Manuel Tamarit (Club: Viva gym Príncipe de Vergara)